miércoles, 7 de mayo de 2014

Dónde ubicar el escenario: Cuidado con las puertas






 A la hora de ubicar el espacio del narrador en la sala es bueno tener en cuenta:

Dónde está la puerta. No solo como medida de emergencia si ocurre algo, también para que quede a la espalda del público. En muchas ocasiones entra o sale alguna persona por ella (para eso se hicieron las puertas en realidad)(bueno, en realidad se hicieron para entrar o salir, cuando no hay nadie contando historias). 

Cuanto menos trasiego de personas haya durante los cuentos mayor será la calidad del acto. Si la puerta de entrada o salida (en realidad suelen ser la misma) no queda fuera del campo de visión del público parece lógico pensar que distraerá más.
 
Este puede ser un detalle importante, ya que si por alguna circunstancia el número de personas que entran o salen fuera alto (es decir mayor de uno) representaría un boicot continuo.

Todos sabemos que hay cosas que no se pueden hacer bien si no te concentras, y las distracciones no son buenas para concentrarse.

Para entender mejor este concepto no se pierdan 
la próxima entrega sobre el apasionante tema de 
La burbuja narrativa.